En el espacio temporal instalado en el barrio de Brera, el estudio de arquitectura y diseño de iluminación lucearchitectura ha ideado un recorrido inmersivo y sensorial en el que la luz revelaba una inversión del punto de vista estimulando a los visitantes a observar el espacio de manera activa y a través de todos los sentidos.

La experiencia comenzaba desde fuera, con la luz RGBW de los perfiles Colorado y Tago visible desde el exterior. Escenarios de colores complementarios se alternaban entre sí pintando las altas paredes del espacio interior decoradas escenográficamente como fachadas de edificios: una referencia a nuestra experiencia como productores de aparatos de iluminación para exterior.

Una vez dentro del espacio, levantando la mirada, se descubría un jardín sobre uno mismo. En este giro de perspectiva, las nubes se encontraban bajo los pies. SENSNES, la palabra abstracta y palíndroma dada a la instalación, revela la voluntad de subvertir la realidad y regalar una experiencia insólita al visitante.

Los sonidos del bosque, con el canto de los pájaros, y la fragancia de eucalipto en el aire completaban la inmersión en el verde. Al subir las escaleras y detenerse en la galería del primer piso, el visitante podía disfrutar de una vista diferente de la anterior, observando de cerca los Plin instalados boca abajo entre las plantas.

Corriendo una cortina se revelaba un pasaje hacia otro espacio donde una videoproyección sincronizada con un juego de luz producido por los aparatos Goccia hacía que el visitante se sumergiera con la vista y el oído en el elemento primario “agua”, entre rayos, tormentas y chaparrones.

Un paso fuera de la habitación oscura y estábamos de nuevo en el "mundo al revés", con un jardín sobre nosotros y el cielo a los pies, un espacio especular respecto al primero para recordarnos, como dicen los diseñadores de iluminación de lucearchitettura,  "la importancia de nunca dejar de soñar".