El proyecto, diseñado por el estudio Traverso-Vighy y montado por Raggi di Luce, abarca dos niveles dentro del contexto urbano. Por un lado pone en valor los ejes del centro histórico, destacando los elementos arquitectónicos característicos de la ciudad, como las logias palladianas de la Basílica, la torre de la catedral en la plaza del Duomo y la fachada del templo en la plaza de San Lorenzo.
Por otro lado, llegará también a lugares generalmente menos visibles y con menos vida, los cuales podrán descubrirse gracias a esta iluminación, como los jardines del Palazzo Chiericati en la Piazza dell'Isola o la vegetación a orillas del río Bacchiglione cerca del Puente Pusterla.

El equipo técnico de L&L Luce&Light ha trabajado en estrecha colaboración con el estudio Traverso-Vighy y Raggi de Luce para encontrar soluciones luminosas a medida, eligiendo de forma conjunta los sistemas de iluminación idóneos para el tipo de aplicación y en algunos casos modificando sus productos para adaptarlos a las exigencias del proyecto.

A continuación se describen algunas de las instalaciones con aparatos realizadas expresamente para el evento.
En la logia de la Basílica se montaron 30 dispositivos de iluminación en tubos de plexiglás de 1,5m, dando vida a estelas luminosas con reflejos de rojo que se balancean a lo alto de las bóvedas.
En Piazza dell'Isola, se distribuyeron más de 8 km de fibra óptica en una estructura diseñada para crear el efecto de cinco columnas luminosas suspendidas entre los árboles de los jardines delante del Palazzo Chiericati. Para la iluminación de la fachada del Palazzo Valmarana Braga de Corso Fogazzaro se colocó una película roja dentro de los aparatos ubicados en la base de las columnas, contando estos últimos con unos soportes especiales para no dañar el histórico edificio palladiano durante la instalación.