Nos vemos en casa.
¿Cuántas veces lo repetimos cada día? A veces lo decimos en tono tranquilizador y afectuoso, otras como anticipación de una regañina, y a veces distraídamente, mientras ya estamos pensando en otra cosa, por costumbre.
En este cuento en dos episodios nos adentramos en la vida doméstica de seis personajes diferentes, para reflexionar sobre el papel de la luz en los diferentes espacios, entre aplicaciones funcionales, decorativas y emocionales.
Por fin a casa
Santi abre la puerta de casa y entra en su nuevo salón, mirando satisfecho a su alrededor. Su pequeño piso tiene de verdad todo lo que deseaba y, pensándolo bien, después de todo tampoco parece tan pequeño. Sonríe pensando que dar luz a las paredes verticales fue de verdad una buena idea.
Quienquiera que esté a punto de comprar o amueblar una casa tendrá que considerar las dimensiones de las habitaciones, en especial cuando la superficie es reducida. Para ampliar lo espacios, o más bien su percepción, normalmente las paredes se pintan con colores claros.
También la luz puede dilatar los espacios gracias a la iluminación indirecta de las paredes verticales, como se puede observar en este render.
Luz directa con empotrados en el techo
Courtesy: John Luttropp, Butterfly One-Story home, Sketchup
Luz directa con empotrados en el techo e indirecta con aplique en la pared que ayudan a percibir el espacio como más amplio
Courtesy: John Luttropp, Butterfly One-Story home, Sketchup
Un salón, muchas atmósferas con la luz
Elisa entorna los ojos y respira, ¡por fin una tarde libre en casa y en santa paz!
Ya ha decidido dónde la va a pasar: tumbada en el sofá en el salón. Solo le hace falta decidir cómo. ¿Retomar ese libro que empezó hace tiempo, sumergirse en un maratón de series de televisión o dedicarse al yoga? El ambiente se adaptará a su decisión gracias a la luz.
Para la iluminación general del salón son perfectos los downlight o los perfiles lineales para el techo con óptica difusa o ancha que dotan el ambiente de una luz suave y acogedora.
En ausencia de luces específicas, como lámparas de lectura o lámparas de pie, la posibilidad de regular los aparatos representa una ulterior comodidad: de hecho, es posible regular la intensidad luminosa según la hora y la actividad del día.
Según la norma UNI/TS 11826:20211, el nivel de iluminación necesario para la lectura es de 300 lux. Si, por el contrario, en el mismo ambiente no se llevan a cabo actividades consideradas como visuales, es posible bajar a unos 100 lux, un límite indicado para actividades como la conversación.
Elisa podrá regular la luminosidad al máximo (100 %) para leer un libro, reducirla a la mitad para hacer yoga (50 %), mientras que probablemente preferirá reducirla al mínimo para ver su programa de televisión favorito (10 %).
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Además de minimizar la intensidad de los downlight, para crear una atmósfera íntima, Elisa podría aprovechar también de la presencia de apliques de pared monodireccionales: la luz dirigida hacia arriba iluminará el ambiente de manera indirecta y más delicada.
Si, por el contrario, las lámparas de pared fueran la iluminación principal de la habitación, la versión bidireccional representaría la mejor opción.
Ya se trate de emisión única o doble, gracias a la óptica asimétrica es posible dirigir la luz hacia la zona frontal con mayor intensidad.
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Recurrir al aplique es una solución que se adapta bien a los ambientes donde la instalación de downlight supondría realizar obras de albañilería significativas.
Además, si el techo tiene vigas a la vista, la instalación de pared confiere mayor valor, ya que permite enfatizar la madera.
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Aplique y decoración
Elisa ha apagado los empotrados en el techo, dejando el salón iluminado solo por los apliques que tiene ante sí. Mientras se calienta con su infusión de naranja y canela, su mirada se pierde entre las hojas del papel de pared con motivos tropicales. La luz la hace resaltar, mientras el cuerpo de la lámpara desaparece, recubierto con el mismo papel de pared.
Gracias a las versiones con tapaporos, se pueden cubrir las lámparas con papel de pared, como ha hecho Elisa, o se pueden pintar con la misma pintura que la pared, para ocultar el aparato, de día o de noche.
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Hemos dedicado un artículo al tapaporos, ¡aquí está!
Si, por el contrario, Elisa elige los apliques para completar la decoración del ambiente, podría jugar con el color de los acabados, como el cromado o los colores RAL como el naranja puro o el azul Capri. Sería posible también solicitar un acabado especial que quede bien en el contexto y que se combine con otro elemento de la decoración.
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La luz puede también ayudar a resaltar una pared y, en particular, su textura: una óptica wall grazing confiere importancia y enfatiza la materialidad de una piedra reconstruida.
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Para este efecto se prestan especialmente los aparatos empotrables, pero también los perfiles lineales con soporte instalados cerca de la pared.
Luz para estantes
La mirada de Elisa vaga desde el papel de pared y recorre la habitación hasta los estantes donde a lo largo de los años ha acumulado muchos recuerdos, incluidos recuerdos de viajes (¡bastante kitsch!), fotos Polaroid de excursiones con amigos, catálogos de exposiciones de arte.
En un salón a menudo se colocan estantes, estanterías y nichos donde se colocan elementos de decoración y libros. La iluminación de estos espacios requiere aparatos de pequeñas dimensiones, como empotrados o miniproyectores, instalables en espesores y espacios reducidos y visualmente discretos.
Los elementos que colocamos en estos pequeños rincones cambian a lo largo del tiempo: por esta razón a menudo se elige una óptica difusa o ancha, capaz de abarcar todo el espacio y todos los objetos a medida que pasa el tiempo.
Elisa ha preferido una luz que dé énfasis que ilumine con precisión un objeto. En este caso el zoom óptico es la solución ideal, ya que permite regular la emisión luminosa, estrechando o ampliando el haz de luz.
Cocina y comedor, recetas de luz
Simón está emocionado, esta noche espera a dos viejos amigos para cenar. La mesa está puesta cuidadosamente, el asado ya está en el horno y ha preparado un pequeño rincón en la barra de la cocina para el aperitivo que sus invitados tomarán mientras que él termina de cocinar. La luz en suspensión encierra dentro de un círculo luminoso los aperitivos y las copas de vino. El efecto visual sobre las copas parece una invitación: casi casi podría saborear un poco de vino ya, en la espera de sus invitados, que como siempre llegan tarde.
Frecuentemente la cocina y el comedor se encuentran en la misma habitación, favoreciendo la comunicación entre el cocinero y los comensales. Por un lado estos dos espacios constituyen un ambiente único, por otro lado las actividades que se realizan en ellos los convierten en zonas separadas. Un minucioso proyecto puede satisfacer este doble propósito: la iluminación general los une, mientras que la luz dedicada crea jerarquías. Normalmente es preferible mantener la misma temperatura de color, blanco cálido de 3000k, usando cuerpos de iluminación y emisiones diferentes.
Pensamos en tres zonas principales: la encimera, es decir la propia cocina, el comedor, o sea la mesa donde se come, y por último el ambiente general, que comprende los primeros dos.
Para la iluminación general es ideal recurrir a cuerpos de iluminación instalados en el techo con una óptica ancha o difusa, que consiguen abarcar toda el área uniformemente y conferir continuidad, de manera igual que en el salón.
Para minimizar el impacto visual es aconsejable utilizar los downlight clásicos, que ofrecen varias posibilidades estéticas de acabado y forma. Alternativamente, para las mismas funciones se pueden usar los plafones, como en el piso de la segunda imagen, donde se han colocado tanto para la mesa como para la cocina, acercando visualmente los dos entornos.
Vayamos ahora hacia la zona de trabajo, donde es necesaria una buena cantidad de luz, de unos 500 lux, que se orientará hacia la encimera para que Simón vea bien mientras cocina. En este caso también se podría optar por colocar empotrados en el techo, con ópticas más estrechas, preferiblemente orientables, para que se pueda concentrar la emisión luminosa hacia las zonas que la necesitan.
Cuando hay armarios colgantes sobre la encimera es necesario iluminar las zonas donde las lámparas del techo no llegan. Para ello ayudan los cuerpos de iluminación dedicados a esta labor, como los perfiles de luz difusa, con cuerpo fijo u orientable, que iluminan sin el riesgo de deslumbrar al cocinero que está manos a la obra.
Luz suspendida en la barra de la cocina
Los amigos de Simón están disfrutando del aperitivo, ¡se nota por cómo ha desaparecido el plato con los tentempiés! La elección de la barra fue acertada, piensa Simón mientras apaga el horno, aquí suele desayunar todas las mañanas.
Usando las suspensiones se puede proporcionar a este espacio su propia identidad, a través del cuerpo de la lámpara y de la emisión luminosa.
La instalación de una suspensión recuerda una mesa tradicional, y jugando con los acabados se puede armonizar el aparato con su entorno. Se puede insertar de forma discreta, como en la primera imagen aquí abajo, donde el acabado blanco deja que la atención vaya al revestimiento decorativo de la pared, o lo hace protagonista con un acabado que contrasta con el resto.
La óptica de estos aparados se elige según la superficie que se tiene que iluminar, la altura del cuerpo de la lámpara respecto a la superficie y el efecto luminoso deseado, más uniforme o más armonioso.
Iluminar la zona del comedor
Simón ha invitado a todos a que se sienten en la mesa, una luz ad hoc enfatiza los detalles y la composición delos colores. Su primer plato parece ser un éxito, la emoción se convierte en risas cuando Luis brinda propone un brindis dedicado a él, el chef de la noche.
En la mesa, la luz tendrá que encontrar un equilibrio entre funcionalidad y ambiente. A la iluminación general ambiental se añade la iluminación dedicada a la mesa, proveniente del techo. Además de las suspensiones, que se pueden aplicar de forma análoga a la barra de la cocina, Simón podría utilizar los plafones, o perfiles colocados junto a la mesa.
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Hemos seguido a Santi, Elisa y Simón en su vida doméstica, durante la creación del ambiente perfecto en el salón, la funcionalidad y los matices prácticos de la luz en la cocina. En la segunda parte de nuestro artículo sobre la iluminación residencial, nos centraremos en los dormitorios, el baño y los vestíbulos.
¿Has utilizado nuestros aparatos de forma diferente en un ambiente residencial?
Bibliografía
1. La normativa italiana UNI/TS 11826:2021 «Luz e iluminación —iluminación de interiores residenciales domésticos con luz artificial» se centra en los ambientes residenciales interiores, mientras que la normativa europea EN 12464-1:2021 «Light and lighting - Lighting of work places - Part 1: Indoor work places» se centra en los ambientes de trabajo en interior.
