El Parlamento Helénico, situado en el antiguo Palacio Real de la plaza Síntagma de Atenas, es uno de los símbolos más icónicos de la Grecia moderna. Construido en 1843 según un proyecto del arquitecto bávaro Friedrich von Gärtner, el edificio, con su imponente arquitectura neoclásica, domina la plaza, junto con el Monumento al Soldado Desconocido.

Gracias a una intervención a la vanguardia del estudio DANILOF light +perception, la iluminación del Parlamento y de la plaza ha sido recientemente revisada para exaltar el patrimonio arquitectónico y crear una atmósfera dinámica que respete tanto el contexto histórico como el ambiental.

El proyecto, galardonado con el Heritage Lighting Design Award en los LIT Lighting Design Awards, adopta un enfoque innovador que combina estética, funcionalidad y respeto por el medio ambiente, creando un diálogo armonioso entre luz y arquitectura.

Entre los principales aparatos utilizados se encuentran los Lyss 2.0 Tunable White (de 2700K a 4000K), colocados estratégicamente en las ventanas para realzar los marcos de mármol originales del edificio. Estos aparatos, equipados con acabados RAL personalizados, se instalan sobre bases de fijación diseñadas a medida que permiten no dañar el mármol antiguo y regular la orientación de los productos fácilmente, adaptándose a las superficies irregulares de las ventanas. La base permite, de hecho, mover fácilmente los productos a derecha e izquierda, subiéndolos o bajándolos, garantizando una iluminación uniforme para cada ventana.

Los proyectores Akro y los perfiles lineales Neva iluminan respectivamente la mampostería central con el monumento del soldado desconocido y la de los extremos. Con una temperatura de color de 3500K, esta iluminación realza la piedra caliza y permite crear un efecto tridimensional que da profundidad y armonía al edificio.

Todos los aparatos utilizados ofrecen una flexibilidad cromática única, con la posibilidad de modular la temperatura del color, creando transiciones fluidas y diferentes efectos escenográficos. Desde el atardecer, la luz evoluciona suavemente gracias a escenas programadas con diferentes intensidades y temperaturas , pasando de la luz blanca fría a la cálida. Después de la medianoche, el sistema de regulación inteligente reduce los niveles de iluminación para preservar el cielo nocturno y respetar el entorno.

Los aparatos también están diseñados con ópticas de precisión y están equipados con componentes antirreflectantes, que permiten minimizar la dispersión de la luz hacia arriba, garantizando una iluminación puntual y responsable. Incluso de día, la armonía visual ha sido atentamente cuidada: los acabados especiales realizados hacen que los aparatos sean casi invisibles en las superficies, manteniendo la coherencia estética del edificio.

Este proyecto representa un ejemplo virtuoso de cómo la luz puede transformarse en un lenguaje capaz de realzar la arquitectura y respetar el paisaje, contando la historia de un lugar y enriqueciendo su identidad.