Una antigua gasolinera se ha convertido en la sede de una farmacia fundada en los años 70 y que lleva más de 50 años en el mismo barrio de Vicenza. La farmacia S. Andrea propone un concepto de farmacia entendida no solo como tienda para la compra de medicamentos, preparados de hierbas y homeopáticos, sino como un lugar que ofrece servicios a medida, con espacios destinados a la prueba de productos dedicados al cuidado del cuerpo y de la piel, además de sesiones de asesoramiento sobre salud, deporte, nutrición, bienestar y consultas gratuitas de maternidad.

Esta experiencia tan integrante en apoyo a las necesidades de la clientela ha revolucionado totalmente el proyecto y ha impulsado al arquitecto Paolo Omodei Salé de Omodei Studio a perseguir el objetivo de convertir el frío y aséptico mundo de la medicina en un lugar cálido y acogedor, tanto a través del uso de materiales naturales como la madera y algunos complementos de decoración antiguos de la sede anterior, como muebles y albarelos (los antiguos tarros para especias y ungüentos), como gracias a la ausencia de columnas para que se pudiera reproducir una gran plaza libre, aireada, sin caminos predefinidos y restrictivos que pudieran crear límites entre los profesionales y los clientes.

Sobre los expositores se ha recreado de forma ideal un enorme techo de casetones que se ha convertido en el elemento distintivo del interior de la farmacia, gracias a la composición de pinturas y estampas que representan plantas medicinales, fruto del asesoramiento de Caterina Romio del estudio Noparking.

Entre los casetones del techo se han instalado los empotrados Bitpop 2.2 de alto índice de rendimiento cromático, que quedan ocultos gracias a las ópticas empotradas y a la instalación a ras. Se ha instalado el mismo tipo de iluminación también sobre los mostradores, precisamente en el punto de encuentro entre farmacéutico y cliente. Unos proyectores Stinger blancos y negros, iluminan los expositores y los productos expuestos en las paredes.

En el exterior, el uso del color (amarillo y gris) tiene la función de diferenciación, pero también tiene el objetivo de que se perciba el nuevo enfoque fresco e innovador de la farmacia, un nuevo centro de servicios para la salud de los ciudadanos.

La iluminación de las zonas de paso exteriores es funcional gracias a la instalación de luces guías Pasito 1.2 y empotrados Bright 1.A colocados a lo largo de la pared y en la escalera. Los downlight Smoothy han sido colocados a lo largo de la marquesina negra: los Smoothy 2.4 con óptica elíptica iluminan el camino, mientras que los Smoothy 5.4 con óptica rotosimétrica alumbran la entrada angular. Los perfiles lineales Neva 1.0 con soportes han sido instalado a lo largo de la pared perimetral de la trastienda, convirtiéndola en una fachada luminosa y determinante, aunque secundaria, para la entrada de los clientes desde la transitada calle de enfrente.