La recalificación luminosa de esta Basílica católica romana ubicada en la isla de Gozo ha tenido lugar en varias fases durante los últimos años. La última intervención en orden cronológico ha sido en la fachada saliente donde se han hecho resaltar diversos elementos arquitectónicos con la nueva iluminación, entre ellos las pilastras, sobre las que se proyecta la luz que emite el perfil lineal Neva con paso 60 y óptica elíptica, las columnas que sostienen los arcos en los accesos, cuyos contornos destacan a contraluz, y los ajimeces dobles o múltiples que el proyector Lyss resalta en el perfil interno.

La gran anteiglesia se caracteriza por la presencia de grandes mosaicos de estilo bizantino colocados en paredes curvas para recordar idealmente un abrazo, como dijo el Papa Francisco en 2017. Los mosaicos que representan los misterios de la vida de Cristo concentrados en el rosario fueron creados entre 2015 y 2017 por el Centro Aletti de Roma. Los proyectores colocados entre los bancos los iluminan, destacando en particular las inserciones rojas y doradas gracias al alto índice de reproducción cromática de las fuentes LED.

Un detalle: en el suelo elevado delante del pórtico, se encuentran tres perfiles lineales empotrados a ras de suelo. Estos aparatos de luz difusa se encienden durante las celebraciones al aire libre, cuando se instala un altar temporal para la celebración de las funciones.