En Vieuvicq, un pequeño pueblo de campo al sur de Chartres en la región de Centro-Valle del Loira, se encuentra la iglesia de San Martín con su peculiar campanario octagonal, que sobresale sobre el faldón del tejado sumamente inclinado.

La intervención luminotécnica, con la supervisión por parte de la arquitecta Claire Guiorgadze para la preservación del patrimonio cultural, tenía como objetivo resaltar con la luz las diferentes tonalidades cromáticas del edificio, en particular el enlucido color rosa de las superficies externas de las paredes y los ladrillos en las tonalidades de gris utilizados para el campanario.

Para este proyecto se han elegido los proyectores Siri 3.0, dotados de una pantalla antideslumbramiento: para iluminar la entrada de la iglesia se ha utilizado un aparato con luz cálida (2700K), mientras que para el campanario se han utilizado aparatos con ópticas estrechas (6⁰ y 12⁰) de luz blanca y fría (5000K). El contraste cromático que se obtiene destaca el campanario, de este modo la silueta de la torre emerge sobre las tonalidades azules del cielo de los campos franceses.

También los espacios internos han sido renovados con nueva iluminación: el perfil interno de las tres arcadas de sexto punto ha sido puesto de relieve, gracias a la óptica elíptica de 54⁰ x 15⁰ del proyector Ginko 2.0. Para el altar principal, construido en 1694 y proveniente de la iglesia de Saint Saturnin a Chartres destruida durante la Revolución Francesa, se han elegido los proyectores sobre carril Zab Track 1, caracterizados por una elevada reproducción cromática (IRC 94 y 98) para valorizar al máximo los detalles del imponente tabernáculo de madera dorada.