La Basílica del Santo Sepulcro es una de las principales Iglesias de Barletta y debe su nombre a la relación que desde la antigüedad unía este edificio con la Tierra Santa. La Iglesia surge sobre los restos de una antigua basílica medieval, y ya en aquella época desempeñaba el papel de encrucijada estratégica, de punto de tránsito para los peregrinos que se dirigían a la Tierra Santa. El actual edificio es el resultado de diferentes transformaciones arquitectónicas y estilísticas que han sucedido desde su fundación en el siglo XI hasta la segunda mitad del 1900.

La Basílica ha sido objeto de una intervención luminotécnica destinada a valorizar los elementos arquitectónicos característicos del edificio, tanto los equipos decorativos como los frescos en la zona de la fuente bautismal. Además, se ha valorizado la zona del presbiterio con una luz que da énfasis al crucifijo y al altar.

Para el alumbrado de las naves se han elegido proyectores de luz blanca y óptica de 40° colocados en correspondencia con las semicolumnas de la nave central.

El crucifijo suspendido en la zona del presbiterio ha sido iluminado con proyectores Ginko 2.0 de luz blanca 3000K y óptica 17. Por último, los proyectores Ginko 3.0 con óptica 12° x 64° orientable 360° mediante imán están dirigidos hacia la fuente bautismal y los frescos.