Los telares de Biella me inspiran.
Una afirmación actual para nosotros, la de Filippo Tommaso Marinetti, padre del futurismo, pronunciada en 1937 con motivo de su visita a esta ciudad del Piamonte italiano. Considerada desde la Edad Media la "tierra de la lana" y la "capital del textil", gracias a la conformación del territorio, en estos meses Biella ha sido protagonista de una ferviente actividad proyectual orientada a realzar los espacios identitarios de la cultura industrial y del contexto ambiental, en la que muchos jóvenes arquitectos e ingenieros han competido por el Premio Federico Maggia 2022 bajo el título Aprender del territorio. Jóvenes diseñadores construyen espacios de conocimiento.
De ellos, solo diez grupos fueron los finalistas seleccionados por el Comité. El premio, que cumple su octava edición, cuarta nacional, está organizado por la Fundación Sella junto con los Colegios de Arquitectos e Ingenieros de Biella, y está dedicado a la memoria del ingeniero arquitecto bielés Federico Maggia (1901-2003).
Construir espacios de conocimiento: Landgate y la fábrica de lana Maurizio Sella
Unas pocas palabras bastaron para no dejarnos indiferentes: jóvenes, territorio y protección. En L&L somos sensibles a muchos temas, por supuesto, pero cuando un proyecto incorpora estos tres elementos conectados entre sí, nuestro respaldo es total. De este modo nació el patrocinio técnico a uno de los equipos participantes, el de Giona Carlotto, Giacomo Premoli, Blendi Vishkurti, Edoardo Zamberlan y Gabriele Catanzano, que ha trabajado en el Lanificio Maurizio Sella, situado en el Jardín de las fábricas, en un área donde el paisaje natural y el antropizado se funden en una unidad.
Precisamente aquí, en este verde rincón a los pies de los Alpes, en el cruce entre el arroyo Cervo y el puente transitable de la Maddalena, aprovechando las cualidades intrínsecas del paisaje fluvial, es decir, la piedra y el agua, la instalación Landgate ha cobrado vida: una invitación al descubrimiento y la exploración de un lugar que hace tiempo que quedó en el olvido.
Landgate es un sistema de lectura del territorio, un modelo de comprensión del espacio en el que se inserta, que busca resumir y reinterpretar los elementos históricos y físicos que lo caracterizan. La construcción, ligeramente elevada respecto del nivel de suelo natural, se caracteriza por un sistema de telas enriquecido en su interior por varios perfiles Trevi 1.0 fijados a la estructura de madera; las peculiaridades que se derivan, es decir, transparencia, ligereza y luminosidad, permiten que el proyecto también se refleje en el agua.
En su interior, los sentidos se amplifican: la vista del visitante es atraída por el paisaje, un mirador enmarcado, mientras que el sentido auditivo es activado por el sonido del agua del río que fluye por debajo. Como al cruzar un portal, de ahí su nombre, por un momento el visitante se sentirá fuera del mundo y en contacto con la naturaleza.
Nada más que naturaleza.
Landgate, un sistema de contemplación del paisaje
Landgate es también un sistema de contemplación del paisaje, una herramienta que ayuda a percibir mejor las sensaciones generadas por la vista de un lugar casi metafísico, completamente rodeado por la naturaleza, en el que se concentran siglos de historia vinculados al uso con fines productivos de la energía hidráulica, generada por los saltos de agua del arroyo Cervo y aprovechada mediante molinos. Todo es sugerente, desde los edificios de la fábrica de lana hasta la secuencia de pasadizos y jardines antiguos que rodean el complejo y nos llevan en un viaje en el tiempo hasta la Edad Media, para descubrir lo que fue aquel lugar. Es aquí, desde este punto de observación, donde hace 150 años, Quintino Sella, político y científico, bielés de nacimiento, se había hecho un espacio para la contemplación y la reflexión personal, cerca de una roca rodeada por la vegetación.
Vicenza como Biella. Dos ciudades con el mismo "tejido"
Las elaboraciones de lana en la comarca de Biella tienen orígenes muy antiguos, como se deduce de los hallazgos arqueológicos que se remontan a la época prerromana. Pero la característica principal que hace único este territorio no consiste tanto en la precocidad de las actividades textiles como en su permanencia a través de los siglos. Casas de moda y diseñadores han construido aquí sus sedes, las han hecho crecer y las han dado a conocer. Como una obra de arte artesanal de alta costura italiana, también el proyecto Landgate está "vestido" de telas, blancas y rojas, abotonadas mediante tornillos y tuercas metálicas a la estructura, ésta última constituida por pares de largos perfiles de madera, con un alma libre.
Hace veinte años, el Jardín de las fábricas sufrió una profunda transformación a causa de una devastadora inundación: el viejo muro de protección, las estructuras accesorias y la disposición previa de espacios verdes fueron arrasados por la acción destructora del agua, que trajo consigo depósitos de grava. La retirada de materiales, el derribo de las estructuras preexistentes y la construcción de un muro lateral han dado lugar a un área utilizada como almacén de obras. Tratado como patio trasero, el lugar se ha convertido en un depósito temporal de materiales de construcción destinados a la reurbanización del área demolida por la inundación: de ahí la elección conceptual de utilizar dos tejidos.
El blanco es una lona de obra que proporciona a la "linterna" la transparencia y el efecto luminoso del dispositivo. La tela interior, más refinada, es un homenaje a la historia de la ciudad y una referencia a la importancia que el Lanificio Sella tuvo para ésta: un tejido 100% lana de color rojo ladrillo colgado en la parte superior de la construcción, recordando el movimiento sinuoso del hilo en su proceso de producción. De modo similar, también en Vicenza las fábricas de lana contribuyeron al desarrollo industrial y al crecimiento de la ciudad y de la provincia: en Valdagno, a una media hora de nuestra sede, está activo el establecimiento del Lanificio Marzotto, con una morfología muy similar a la que encontramos en la fábrica de Biella. Precisamente de aquí proviene la refinada tela roja.
El sistema iluminado
Trevi 1.0 es un perfil lineal de dimensiones mínimas y de fácil orientación, diseñado para la instalación bajo el agua en piscinas y fuentes. Sin embargo, gracias a sus prestaciones de máxima resistencia a los golpes y al grado de protección contra la entrada de polvo y líquidos, es un aparato que se utiliza con frecuencia en exteriores, donde se integra a la perfección, dejando espacio solo a la acción luminosa.
Su versatilidad también está vinculada a la doble propuesta de luz difusa y una versión con ópticas: en el caso de la construcción Landgate, las soluciones con óptica difusa se instalaron en la parte superior de la estructura para llenar el volumen de luz, las versiones de óptica elíptica 20°x50° se colocaron en la parte inferior para crear un efecto rasante sobre la tela blanca. El efecto de luz cálida proviene de la temperatura de 3000K, combinada con el color rojo de la tela Marzotto.
Las pequeñas arquitecturas esparcidas por el territorio de Biella y proyectadas por los diez grupos finalistas son visibles en forma de documentos de proyecto y de vídeos en la exposición organizada en un espacio dedicado en el interior del Lanificio Maurizio Sella. La exposición podrá visitarse hasta el 31 de julio de 2022. En el momento en que escribimos este artículo para nuestro blog, la instalación Landgate todavía se encuentra en el Jardín de las fábricas, una oportunidad para experimentar en persona este dispositivo de descubrimiento.
Landgate, the “making-of”
Observa el vídeo y las fotografías de la realización de la instalación Landgate en el Lanificio Maurizio Sella, en el Jardín de las Fábricas en Biella.