04/03/2021

Luz entre las grietas de un año sin precedentes / 1

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Los últimos días de febrero de 2020 fueron agitados: la cita con Light+Building a las puertas y todos los preparativos en la recta final.

Luego, de repente, la emergencia sanitaria. El mundo descubre que tiene una única prioridad, comienza a ralentizar hasta casi pararse.

Y todos nosotros con el alma en vilo.

There is a crack in everything.
That’s how the light gets in.
(Leonard Cohen)

Hay una grieta en todo. Es así que entra la luz (Leonard Cohen).


Hemos mirado entre las fisuras de este momento de rotura y hemos aferrado la luz que se filtraba a través de ellas. De ahí han nacido algunas entrevistas a algunos miembros del equipo L&L.

Después de exactamente un año del inicio de los hechos que han revolucionado nuestra cotidianidad, hemos reunido aquí las primeras cinco entrevistas. Seguirán las siguientes.

Marco Celsan, CEO

Como muchas otras actividades de producción, también la actividad de L&L se entrelaza con la de otras empresas, la famosa cadena de suministro.  ¿Qué ha significado ver interrumpida esta hilera al principio de la emergencia sanitaria?


Me gustaría responder recordando la situación que hemos afrontado antes de que la emergencia llegase a Italia: un sensible aumento de los pedidos.  Al principio no entendía el motivo, pero con el pasar de los días, algunos clientes me lo aclararon: el sector italiano estaba de nuestra parte.

El infravalorado Made in Italy nos ha permitido continuar entregando sin las repercusiones del confinamiento, que había afectado ya a China y que nosotros creíamos que nos tocaba de lejos.

Cuando la emergencia llegó a Italia y los decretos legislativos impusieron el cierre total, mi preocupación era cómo evitar el enfriamiento de los flujos técnicos y productivos. Busqué enseguida información sobre cómo reabrir en total seguridad aplicando todos los protocolos. Entonces, tras una semana de parón total, reabrí el reparto de producción de L&L de forma reducida y con las nuevas medidas de seguridad. Los proveedores cerca de nosotros se adaptaron a nuestras exigencias y conseguimos mantener «caliente el motor», garantizando el servicio.


¿Cuál ha sido la mayor dificultad encontrada al principio de la emergencia sanitaria y qué oportunidades nacieron?
La mayor dificultad fue verificar pedido por pedido qué conexiones, transportes y almacenes estaban abiertos para hacer llegar los productos al cliente.

Las consecuencias positivas tienen que ver, en cambio, con el personal, que desde el primer momento ha trabajado desde casa y para muchos ha sido la primera vez con el teletrabajo. He apreciado a las personas de mi empresa que no solo no se han rendido, sino que se han reinventado rápidamente demostrando que tenían un «DNA» ganador. Los vendedores se dieron a la experimentación de toda tecnología vídeo disponible para presentar los nuevos productos. 


¿Una buena costumbre que has empezado durante la cuarentena que ahora continúas teniendo?
Confieso que en este periodo me he acostumbrado a prestar mucha más atención a mi salud y a las de las personas cerca de mí. Parecerá banal, pero veo la salud como la base del respeto del respeto. Respetarse es una costumbre imprescindible. Hubo un momento en el que me hice algunas preguntas sobre la calidad de vida que nos espera. La respuesta es directamente proporcional al grado de respeto que tenemos hacia nosotros mismos y los demás.  En cada elección que hacemos.

Patrizia Framarin, responsable de Recursos Humanos

¿Cómo ha sido tu experiencia de adaptación de la empresa a la seguridad sanitaria considerando los decretos, los protocolos y las directivas que se iban superponiendo al principio de la emergencia sanitaria?

La mayor dificultad fue la de comprender las disposiciones impartidas por los decretos, ponerse al día rápidamente al ver las nuevas disposiciones desordenadas (no olvidemos que las publicaciones salían ¡el sábado por la noche!) y mientras, intentábamos estar seguros de que los procedimientos adoptados fueran los que de verdad hicieran que los trabajadores pudieran trabajar de forma segura. 

De repente se materializaron las distancias, es decir, estar fuera de un municipio podía convertirse en un problema a la hora de ir a a la  empresa y por lo tanto al trabajo; así como quien tenía situaciones familiares particulares (hijos en edad escolar, padres ancianos, patologías sensibles) que han influido en la capacidad de algunos trabajadores para poder garantizar su presencia en la empresa.


La gran disponibilidad de todos para reconsiderar la modalidad de trabajo en la que trabajaban, ha permitido organizar fácilmente, ahí donde posible, la operatividad en línea, garantizando así una continuidad de servicio hacia nuestros clientes, que, sobre todo en el extranjero, han estado más operativos de lo que se nos ha permitido aquí en Italia. 

¿Y respecto a la gestión de la operatividad en línea y de la vuelta del personal a la empresa?
Para la parte productiva hemos tenido que adecuarnos al parón total impartido por el gobierno, pero en cuanto tuvimos la posibilidad y una vez encontrados todos los EPI necesarios, organizamos la vuelta con la máxima seguridad para el personal del reparto de producción y del almacén, primero parcialmente y en rotación, según las propias competencias; con el pasar de los meses hemos percibido cada vez más la necesidad por parte de todos, incluso de quien estaba trabajando desde casa, de poder retomar un poco la normalidad, y entonces, después de reorganizar los espacios en las oficinas, fue posible volver gradualmente a la empresa. 

Aprovecho la ocasión de esta entrevista para agradecer a todo el personal de L&L la disponibilidad y aceptar todos los cambios repentinos propuestos, colaborar juntos para encontrar soluciones y poder garantizar continuidad ha sido importante y todos han participado positivamente contribuyendo a mantener un clima de serenidad.

¿Una buena costumbre que has empezado durante la cuarentena que ahora continúas teniendo?
El término «cuarentena», según yo, no tiene el mismo significado para todos: personalmente para mí ha significado mucho más trabajo, ya sea en la empresa que durante los pocos días transcurridos en casa: pan/pizza/vídeos con amigos/lecturas/películas... no han sido estos los ingredientes de estos meses.

Sin embargo, hay dos aspectos que han caracterizado mis jornadas: la salud, sentirse vulnerables y temer por nuestros seres queridos y, en contraposición, la consciencia de disfrutar del privilegio de poder trabajar, en seguridad, que nos ha permitido vivir de alguna manera ritmos más normales respecto a quien tenía que estar obligatoriamente en casa.   Todo esto ha activado en mí un profundo sentido de gratitud que me ha permitido soportar el fuerte estrés de estos meses. 

Ahí está, la costumbre de ser grata, ¡gracias por esta pregunta!

¿Alguna otra consecuencia de tu trabajo en cuarentena de la que te gustaría hablar?  
Tiene que ver más con hoy, la dificultad de mirar al futuro, el coraje de hacer planes contra la incertidumbre del éxito que no depende ya solo de mi empeño, sino de factores externos que echan a perder en un santiamén todos los planes.

Teníamos una visión de un mundo al alcance, fácil, ahora nada se da por descontado; entonces, tenemos que aprender a mirar al futuro de forma nueva.  

Massimo Grisonich, responsable TI

Al principio de la emergencia sanitaria todas las empresas, para poder continuar operando, al menos en las funciones no productivas, fueron animadas a utilizar al máximo la modalidad de trabajo desde casa. En tiempos muy reducidos has tenido que adecuar todas las oficinas a esta nueva operatividad. ¿Cómo ha sido tu experiencia?

L&L siempre ha invertido, constantemente, en sistemas informáticos, por lo que la actual infraestructura estaba ya predispuesta en términos de conectividad y seguridad para permitir que usuarios externos pudieran interactuar con el sistema informático (gestión, CRM, PDM).

Justo una semana antes del confinamiento, visto que la situación se estaba agravando, habíamos dado preventivamente a todos los empleados las condiciones para trabajar desde casa.  

Piensas que las empresas deberían mantener el teletrabajo como una alternativa real incluso en periodos normales, ¿o esto comporta un mayor riesgo para el sistema informático?
El teletrabajo, si se realiza en condiciones ideales (ambientes de la casa idóneos, sin interferencias por parte de familiares, apoyo por parte de la empresa en cuestión de tecnología), representa, bajo ciertos aspectos, una mejora respecto a la forma de trabajar tradicional.

Los sistemas informáticos modernos en las empresas tienen que estar ya abiertos al exterior visto que los software de los departamentos se están moviendo cada vez más hacia plataformas en la nube y por lo tanto el teletrabajo es solo un aspecto de la modernización de la propia estructura. 


¿Una buena costumbre que has empezado durante la cuarentena que ahora continúas teniendo?
La lejanía física del puesto de trabajo me ha permitido ver más allá de los problemas que se presentan cotidianamente y que esconden las reales necesidades de una empresa. Incluso ahora sigo intentando reservar parte de mi tiempo al análisis y la solución de las que pueden ser las áreas de mejora de las tareas de las que me ocupo.

Filippo Balestro, diseñador

Como diseñador, a menudo estás en la producción para realizar los test de los productos en fase de estudio y para supervisar las preseries de los nuevos productos: ¿cómo ha sido intentar llevar adelante tus proyectos sin poder contar con la presencia física?

 

Al principio de la emergencia sanitaria estaba trabajando en la fase de preserie de mi nuevo proyecto, el proyector Duomo. Venía de un periodo intenso que tenía que preceder a la feria Light+Building, donde Duomo iba a ser presentado pero... se volatizó todo de forma surreal. 

Desde casa, mediante varios programas para estar conectado con los colegas, conseguí llevar adelante varios proyectos, y, empezar otros nuevos.

Tengo que decir que esta obligación para mí ha sido un estímulo para intentar mirar con ojos más críticos lo que estaba diseñando.  Así conseguí poner a punto todo lo necesario para proceder sin problemas con la preserie de Duomo. De hecho, al volver, solo necesité una tarde para procesar todo lo que había planificado; el proyector fue lanzado al mercado de ahí a pocos días, y pude volver al diseño de nuevos productos.


¿Una buena costumbre que has empezado durante la cuarentena que ahora continúas teniendo?
No estar físicamente presente en la empresa, me ha llevado a mejorar la calidad de la documentación que intercambio entre diseño y producción. El pensar que no estaba presente en el puesto de trabajo me ha permitido concentrarme en los puntos débiles e intervenir, haciendo que la documentación fuera más clara y eficaz.

Además, esta inmersión total en el diseño, aunque fuera forzada, me ha sido útil para afinar algunas técnicas y conocer programas que ya uso, pero sobre todo porque he podido dedicarme a la investigación y a la comprensión de nuevas tecnologías que deseo implementar y en futuros proyectos.

Ankica Lukic, embalaje

Se han sucedido varias fases de emergencia desde marzo de 2020. ¿Cómo ha cambiado tu vida diaria en el trabajo en estos últimos meses?

Estamos acostumbrados a realizar nuestras actividades laborales en el frenesí de la rutina diaria: en marzo experimenté una sensación nueva e inquietante: lo rápido que se puede parar todo en nuestra vida, sin previo aviso.

En la vida cotidiana he aprendido a protegerme más a mí misma y a los demás, con distanciamiento y mascarillas. La regla impuesta en la empresa de moverse lo menos posible y evitar el contacto entre compañeros me ha obligado a aprender a relacionarme con ellos de otra forma.

Encontrarse pensando en la distancia que estás manteniendo con el colega que tienes en frente y sentir la preocupación de ser peligroso para su salud son pensamientos completamente nuevos.

¿Hay algún protocolo particularmente invasivo que tienes ganas de abandonar cuando todo esto termine? ¿O un hábito laboral que tuviste que suspender para cumplir con los protocolos?
La mascarilla seguramente es un dispositivo que tengo muchas ganas de dejar en el cajón. Incluso la regla de entrar al vestuario de uno en uno, que alarga los tiempos e impide tener un pequeño momento de intercambio con los compañeros, espero que se acabe pronto.


Una pregunta que es igual para todos: ¿una buena costumbre que has empezado durante la cuarentena y que ahora continúas teniendo?
¡Tener que vivir con las reglas anticovid en el trabajo me ha obligado a llegar mucho antes al trabajo!

Con las escuelas cerradas, he transcurrido tiempo con mis hijos de 13 y 15 años como nunca antes. A pesar de ello, creo que los niños y jóvenes han tenido que sufrir enormes consecuencias con el cierre prolongado de las escuelas. Ahora afortunadamente han vuelto y me siento aliviada.


¿Hay algún aspecto de tu trabajo del que te gustaría hablar?
Yo hablaría de un lado positivo: 

paradójicamente, esta pandemia nos ha unido a mí ya mis colegas mucho más que antes.

Un evento de esta magnitud eclipsa todo lo demás, nos ha acercado humanamente y nos ha hecho más atentos a la salud de nuestros compañeros y sus familias.

 

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¡Las entrevistas al equipo de L&L continúan!

En portada: Alberto Burri, Grande Nero Cretto, 1977. Foto: Jean-Pierre Dalbéra (CC by 2.0)