Luz de acento. ¿Cómo iluminar pequeños objetos expuestos en vitrinas?

Todo comienza con la consideración de la estructura en la que queremos instalar el punto o puntos de luz.

🔴 En la vitrina de la primera foto que mostramos hay un espesor en la parte superior adecuado para instalar empotrados, teniendo en cuenta no solo el tamaño de estos, sino también el volumen adecuado para la disipación del calor producido por su funcionamiento.

🔵 En la segunda foto vemos en cambio una vitrina de exposición constituida por superficies de vidrio, sin espesores y estantes adecuados para empotrar: se han colocado cuatro proyectores montados en pies del tamaño adecuado para estar alojados en su interior.

Por lo tanto, del tipo de espacio que custodia el objeto a exponer depende la posibilidad de empotrar un aparato de iluminación  o fijarlo a la superficie.

La pequeña vitrina de vidrio de arriba ha hecho que sea necesario instalar dentro del espacio uno o más proyectores muy compactos.

Ahora debemos orientarnos entre las posibilidades que ofrecen estos aparatos, caracterizados por un cabezal móvil y por diferentes opciones de montaje en función del objetivo que queramos obtener.

Es mejor prestar atención al objeto u objetos que deseamos resaltar. 

Como ya hemos visto en el artículo anterior, la atención del público puede guiarse hacia ciertos detalles de la escena, por etapas sucesivas, controlando con la aplicación Casambi la programación de la iluminación.

Ralentizamos y observamos cada fragmento: la luz proviene de diferentes puntos y exalta de forma diferente los objetos expuestos.

🔸 El ánfora en primer plano a la izquierda está iluminada frontalmente y desde abajo, para un ligero efecto dramático.
🔸 Un punto de luz proviene de la pared izquierda e ilumina la escena desde arriba, enfatizando la botella y los objetos en el centro (plato, pera, vaso): un efecto final de sombras y solidez.
🔸 Lo que da tridimensionalidad a la botella roja es la acción concomitante de dos puntos de luz provenientes de las paredes verticales; el de la derecha recorta la silueta en la pared de la izquierda, además de dar una iluminación indirecta a la escena.
🔸 Para iluminar la estatua y el muelle, es decir, los objetos situados en el punto más a la derecha de la escena, hay un punto de luz colocado justo dentro de esta, gracias a un soporte, el pie, que permite elevar el punto de luz por encima de los elementos expuestos. De nuevo se repite el efecto dramático obtenido sobre el ánfora, en una referencia simétrica.

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Todas nuestras líneas de aparatos compactos aptos para estas exposiciones
tienen una fuente de alimentación de corriente que permite modular la salida
fijándola en un determinado valor en función
de la necesidad de luz del contexto de instalación.
El valor indicado en los datos técnicos es el valor máximo de corriente
para el aparato, pero esto se puede ajustar para una salida inferior.
Es por eso que explicitamos “máx.” delante del dato de alimentación (por ejemplo, máx. 350mA).

Para nuestra exposición hemos utilizado un solo tipo de proyector equipado con múltiples accesorios de instalación que lo hacen versátil en el montaje (en la pared, en una superficie, elevado por un pie) y esto nos ha permitido tener la máxima libertad en el ángulo de su emisión de luz.

Veamos de cerca los accesorios que tenemos a disposición:

🔧 Tres tipos de placas para la instalación en el techo, pared o suelo: la placa magnética, como dice el propio adjetivo, es ideal para una fijación fácil a las superficies metálicas (la vemos en la foto de abajo montada en la barra en el centro de la composición); la base rosetón (colocada en la parte superior derecha de la foto) permite un cableado fácil, que no requiere ser realizado dentro del espesor de la estructura, como en el caso del uso de la base de fijación, que ofrece sin embargo la ventaja de un aspecto menos invasivo (en la foto está instalada en los dos proyectores de abajo);

🔧 El resorte de fijación (arriba a la izquierda en la foto) requiere la instalación en un panel, a menudo de MDF o de yeso, de un espesor suficiente para la fijación;

🔧 El niple ideal para una instalación ultra minimalista del aparato sin que se vea una base de apoyo. También se puede utilizar con el pie, en la foto de abajo es la opción presentada en el lado más a la derecha.

🔧 Los pies de dos medidas diferentes, 150 mm y 300 mm, para permitir que la emisión de luz se eleve por encima de los objetos.

Pensemos ahora en una instalación artística en la que no solo cuenten la naturaleza y la disposición de los elementos, sino también la escena en la que se introducen: una superficie que sirve de telón de fondo para los objetos, pero ninguna pared lateral sobre la que fijar el proyector. Este límite constituye en realidad el espacio creativo sobre el que hacemos actuar la luz.

¿Y si en una vitrina los objetos expuestos, además de estar distribuidos en varios puntos, fueran también de dimensiones muy diferentes entre sí? Esto no quiere decir que podamos iluminarlos con un solo tipo de aparato.

Echemos un vistazo a los tres cactus de aquí abajo: para resaltar las tres formas, hemos elegido tres proyectores de tamaño y potencia cada vez mayor, siguiendo el tamaño de las plantas en la maceta.

En una línea de proyectores de interior buscaremos entonces una gama de potencias y dimensiones para obtener el aparato más adecuada según el tamaño del objeto que es necesario iluminar. En cualquier caso, nos quedamos dentro de productos miniaturizados, que no corren el riesgo de ser demasiado invasivos.

¿Y si hubiéramos tomado la píldora roja de las manos de Morfeo? Nos encontraríamos en el escenario de los aparatos empotrables. Habríamos evaluado que la estructura permite la inserción del cuerpo de la lámpara y, no solo eso, también tendríamos un volumen que permite la disipación del calor producido durante su funcionamiento.

Exploremos entonces las posibilidades que ofrece esta categoría de productos, que permiten una instalación discreta, menos visible y más integrada en el contexto.

Los aparatos en los que estamos pensando tienen una altura realmente mínima (22 mm), concebidos precisamente para ser utilizados en vitrinas, cristaleras y nichos caracterizados por espesores muy reducidos; veamos, por ejemplo, el estante de la foto de abajo:

Veamos de cerca cuáles son los márgenes de movimiento de un empotrado: podemos extraer el cuerpo óptico de la sede del aparato, moviéndolo entre la posición a 0°, la inclinación a 70° y todos los lugares intermedios; al mismo tiempo, también podemos girarlo sobre sí mismo hasta 350°.

Estas dos características constituyen la superación del vínculo que nace al tener que instalar un empotrado en un punto fijo e inamovible de la vitrina. La inclinación y la rotación nos permiten alcanzar el punto de orientación correcto haciendo llegar la luz allí donde se coloque el objeto.

En toda esta variedad de movimientos, la fuente de luz empotrada podría encontrarse con la mirada del observador. Una visera antideslumbrante integrada en el aparato puede evitar en este caso que el haz de luz se cruce con la mirada directamente. En general, esta opción debe valorarse considerando que los empotrados compactos para la iluminación de vitrinas y cristaleras están literalmente a la vista del público, que se acerca mucho para llegar a observar un pequeño objeto expuesto.

Hemos introducido la orientabilidad de los empotrados con una exposición que preveía tres fuentes de luz para una instalación artística, pero supongamos que disponemos de un único empotrado. Más allá de crear un cono de luz central, podemos mover el objeto, como el fósil de la primera foto, e inclinar el empotrado hacia un lado para un efecto más vibrante y menos plano. Un empotrado fijado en la base, como en la segunda foto, a la que acercamos mucho nuestro jarrón en exhibición, nos dará un efecto dramático.

El último escenario que os proponemos revela una característica tanto de las exposiciones de arte como de las mercancías en venta: la transitoriedad. Cuando un objeto se coloca en el lugar de otro, de una forma totalmente diferente, o un solo elemento reemplaza a un grupo más grande de objetos. ¿Qué hacemos?

Acabamos de decir que un empotrado que nos permite cambiar la orientación nos da mayor flexibilidad ya que con él podemos dirigir la emisión de luz para apuntar al objeto, también es el caso de la maceta de tulipanes a continuación. 

El zoom óptico nos permite ajustar el ángulo de emisión de luz para adaptarlo a la escena que pretendemos iluminar. En la animación propuesta, a medida que aumenta el número de las conocidas botellas diseñadas por Fortunato Depero, la óptica del empotrado se modifica, de una óptica estrecha a una cada vez más amplia para contener todos los elementos.

El rojo Campari no ha sido elegido al azar, sino que pretende mostrar una peculiaridad de los aparatos dedicados a la iluminación de museos y de arte: las fuentes LED de alto rendimiento cromático (IRC>90). El alto rendimiento cromático es una característica intrínseca de la luz dedicada al arte, así como al comercio al por menor: de hecho, es esta la que maximiza la viveza cromática de la obra de arte o del objeto expuesto.

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Respecto a los colores, los aparatos destinados a vitrinas y cristaleras
deben responder a exigencias estéticas acordes con su contexto de uso.
Por este motivo, además de acabados genéricos como el blanco y el negro,
para el mundo de los museos y del arte y del por menor se proponen los tonos bronce antiguo y oro rosa.

Hemos partido de una elección dicotómica, empotrados o proyectores, para explorar escenarios de iluminación diferentes que nos han permitido ilustrar el potencial técnico de las líneas de aparatos compactos de exposición.

Una última posibilidad que queremos describiros es la convivencia de estos dos tipos de lámparas dentro de vitrinas y cristaleras, como la que alberga el modelo de un barco en la Sala Coeclerici en el Museo del Mar de Génova.

Los dos proyectores están colocados en la parte inferior, en los lados extremos del objeto, para resaltar la popa y la proa del barco con una luz de acento; mientras que los empotrados orientables, colocados en la parte superior de la estructura, iluminan toda la longitud del artefacto. 

Este ejemplo confirma lo que decíamos al principio de nuestro recorrido: el contexto y el espacio guían nuestras elecciones en materia de luz. Lejos de vincularnos, estos límites espaciales en realidad pueden despertar nuestra creatividad y permitirnos amplificar el poder expresivo y emocional de la obra iluminada.