Museos, salas de exposiciones, galerías, muestras: iluminar los lugares de arte es un arte en sí mismo. Un arte complejo que requiere, además de los conocimientos luminotécnicos, una sensibilidad hacia el lugar, el contexto y el tema de la exposición.
Nos centramos aquí en el papel fundamental de la luz en la experiencia de uso del arte por parte del visitante. Recorreremos juntos los aspectos a considerar en un primer acercamiento a la iluminación museística.
Iluminar el arte es una obra en desarrollo
El mundo del arte es vasto, variado, cambiante. Empecemos por aquí, por la mutabilidad de las exposiciones. Las exposiciones se suceden en un mismo ambiente y con ellas varía la naturaleza de las obras expuestas, cambian las dimensiones de estas, o bien la cantidad o, de nuevo, el lugar en el que se colocan.
Las exigencias de luz se modifican en consecuencia: podemos necesitar desplazar los aparatos de iluminación, o disponer de más o menos lámparas en función de la magnitud de la colección expuesta, o, de nuevo, podemos preguntarnos si la emisión luminosa es la adecuada para las nuevas obras.
La iluminación de los proyectores montados sobre carriles tiene la ventaja de una instalación flexible que se puede modificar sin la intervención de un electricista. Dependiendo de la exposición, utilizaremos todos o solo una parte de los aparatos, moviéndolos donde sean necesarios y orientándolos para resaltar la obra al máximo.
Hemos encontrado una solución al cambio de la cantidad y de la ubicación de las obras expuestas: si lo que cambia es la forma y el tamaño de los objetos, ¿cómo repensar la luz?
Los proyectores con zoom óptico manual permiten ajustar el ángulo de la emisión luminosa y adaptarlo al objeto expuesto. Con un solo aparato es posible iluminar de la manera más adecuada cuadros de diferentes dimensiones, como ha imaginado el Studio ARCHH para la Sala Coeclerici del museo del mar de Génova.
El rango de regulación de la óptica de los proyectores es de 26° a 51°.
Además de ampliar y restringir la emisión, también podemos modificar su forma, pasando, por ejemplo, de una óptica rotosimétrica a una óptica elíptica, gracias al uso de filtros ópticos. Siri Track 2.0 contiene en el interior de su compartimento óptico cinco filtros diferentes para espaciar con libertad de acción y sin la intervención de técnicos externos.
Ahora imaginemos que tenemos que sustituir los cuadros mostrados anteriormente por esculturas, o sea, objetos tridimensionales.
La percepción visual de las obras escultóricas puede variar mucho, influenciada por el número de fuentes que la iluminan y su ubicación: jugar con estas variables permite obtener diferentes efectos, dependiendo de la intención de la exposición.
🗿 Por ejemplo, una iluminación uniforme y casi frontal aplana la estatua de la primera imagen, eliminando su tridimensionalidad;
🗿 en la segunda imagen, varias luces dirigidas desde arriba crean un equilibrio de sombras capaces de moldear la forma escultórica en su totalidad.
Las posibilidades son muchas y todo depende de lo que queramos resaltar en nuestra obra.
La luz en el ambiente
Las exposiciones organizadas en edificios de alto valor histórico y artístico limitan el margen de intervención de la iluminación, al prohibir la posibilidad de perforar las paredes.
Para eludir el problema, la solución adoptada por los diseñadores de iluminación de Lucearchitettura para el sitio arqueológico Hipogeo de Santa Maria in Stelle es una lámpara de pie, una estructura autoportante que sostiene los proyectores sin afectar el frágil ambiente pintado al fresco en las paredes y en el techo.
Un detalle interesante: la lámpara de pie, diseñada específicamente para el proyecto, tiene un perfil rectangular, perforado en el centro, con proporciones geométricas similares a las de los pilares pintados al fresco en la parte posterior. Una idea que permitió la máxima integración estilística y el menor impacto visual posible de la estructura en el contexto.
Alejémonos ahora de las peculiaridades de los palacios históricos y de los sitios arqueológicos para razonar sobre la luz del ambiente.
En la experiencia de visita concebida por los arquitectos de Estudio Herreros dentro del museo Munch de Oslo, se consideran no solo las salas de exposiciones, sino también las áreas de paso entre una sala y otra. Estas permiten que el público se detenga para observar desde las amplias vidrieras las vistas de la capital noruega.
En estos ambientes, que los mismos arquitectos definen como dinámicos, los perfiles lineales, fijados en la parte superior, iluminan las paredes a ras ampliando la percepción espacial.
Su efecto sugestivo es visible también desde el exterior del edificio, demonstrando que el proyecto luminotécnico del museo no se limita solo a la luz de énfasis orientada hacia las obras de arte, sino que abarca todo el complejo espacio arquitectónico del museo.
Adaptar la atmósfera al recorrido de la exposición
Podemos ver la luz general de ambiente y la luz dedicada a las obras de arte como dos caras de la misma moneda, y suponer que su relación puede cambiar de acuerdo con la exposición programada y con el objetivo de crear el ambiente más adecuado para la ocasión.
🔸 Una posibilidad es crear un contraste entre la luz de énfasis y el espacio de visita, que permanecerá así en penumbra para establecer una jerarquía perceptiva que valore las obras de arte individuales;
🔸 otra forma viable es dejar que la luz de ambiente conecte los objetos expuestos en un solo discurso.
El Museo de Historia Natural del Mediterráneo de Livorno jugó con el contraste entre la oscuridad del ambiente y la luz de énfasis. Esta última pone de relieve los grandes esqueletos de los cetáceos, con el uso de uplights instalados en el suelo, y enmarca las reproducciones de los peces en las paredes con una óptica estrechísima de 8° desde lo alto de las vigas. Tanto los uplights como los proyectores generan sombras en el techo y en la pared que añaden un encanto notable a la experiencia visual de la exposición.
Recientemente, el espacio expositivo The Company Studios en Milán, para el colectivo de arte When Time Dreams, ha optado por unos tubos fluorescentes de techo que proporcionan una iluminación uniforme y plana del ambiente para obtener una atmósfera onírica en la que el tiempo y el espacio se anulan.
Sin embargo, la luz de detalle no falta. La proporcionan algunos pequeños aparatos que en la foto de abajo vemos claramente fijados a la estructura metálica para iluminar desde arriba los minerales expuestos en el estante. Uno de ellos está colocado en la parte inferior de la estantería y está orientado hacia la fotografía colgada en la pared, que también está iluminada desde arriba con algunos proyectores compactos. Los aparatos utilizados añaden destellos, un ligero juego de sombras y un delicado efecto de tridimensionalidad que hacen que el espacio sea más vivo.
En este caso, las dos dimensiones de la iluminación, general y de énfasis, no se contrastan entre sí. No se crea esa interrupción visual que da peso a la obra individual y da ritmo a la exposición: la luz se hace portadora de un único mensaje coherente que se articula a lo largo de toda la exposición.
La iluminación del espacio expositivo, en su doble articulación, de ambiente y de detalle, se puede modular mediante la regulación de los aparatos y la activación de escenarios de luz programados. Los guías de museos pueden activar estos espacios a medida que llevan a los visitantes por el camino, construyendo así una experiencia inmersiva.
Es el caso del Hipogeo de Santa Maria in Stelle, que os hemos contado aquí: un recorrido de descubrimiento en el que las inscripciones antiguas, los frescos y las simbologías se iluminan, para luego ser reveladas en las sucesivas.
La gestión de los diferentes espacios centra la atención de quien mira en un detalle, un detalle a la vez: de esta manera, la relación con el visitante se hace más dinámica e interactiva.
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El color de la luz es el mensaje
El proyecto luminotécnico de Lucearchitettura para el Hipogeo de Verona nos da la oportunidad de hablar del color de la luz como variable sobre la que intervenir para reforzar la experiencia envolvente de la propuesta artística
Se ha utilizado la tonalidad azul para citar la presencia de agua en el interior del Hipogeo, nacido en época romana como acueducto y objeto a lo largo de los siglos de diversas transformaciones de uso. El efecto es sugestivo: el estímulo visual de la luz azul hace de eco al gorgoteo (¡real!) del agua que fluye a lo lejos.
Del acueducto al mar. El Museo Marítimo Galata de Génova hace revivir a sus visitantes la emoción a bordo de un bote salvavidas en un mar tormentoso.
Una mejor experiencia para el visitante también puede pasar por el uso de una mezcla de diferentes temperaturas de color.
La instalación temporal “Il Sospeso” de Emanuele Giannelli en el interior del campanario de la Catedral de Pietrasanta (Lucca), en la primera foto de abajo, utiliza una tonalidad muy cálida, 2700K, para iluminar la escalera helicoidal y una fría, 4000K, para destacar la escultura suspendida.
Diferentes temperaturas de color utilizadas al mismo tiempo pueden mejorar tanto los colores cálidos como los colores fríos en el mismo trabajo. Las diseñadoras de iluminación de Lucearchitettura, que han elegido las temperaturas de color 3000K y 4000K para dar el máximo relieve a los frescos del Hipogeo de Santa Maria in Stelle, todavía nos enseñan una sabia demonstración.
La fidelidad ante todo
El rendimiento cromático de los aparados diseñados para el arte debe ser alto para reproducir fielmente los colores del objeto iluminado. Esto se expresa de diferentes maneras, dependiendo de los métodos de detección utilizados.
🔸 El famoso IRC (Indice de Rendimiento Cromático) se compone de un valor que va de 0 a 100, obtenido de la media de 8 colores de muestra. Si el valor IRC de la fuente LED es superior a 90, estamos dentro de una alto rendimiento cromático.
🔸 Un método alternativo al IRC, y de más reciente difusión, es el TM-30, que considera 99 colores de muestra en lugar de 8 y se expresa mediante un par de valores:
- Color Fidelity (Rf): de 0 a 100 como el IRC, donde un valor superior a 90 define el alto rendimiento cromático
- Colour Gamut (Rg): un índice de saturación, que puede ser mayor o menor de 100, en función del valor asumido por el índice Rf. Un valor Rg óptimo debería situarse alrededor de 100.
Además, si las obras expuestas tienen un dominante rojo, fijamos el valor del índice IRC R9 (R9>98) para hacer que este color sea representado en toda su vivacidad.
Sí al síndrome de Stendhal, no al deslumbramiento
Cuando pensamos en la iluminación del museo, también es importante prestar atención a los factores que pueden afectar el confort visual del visitante.
Pensemos en la correcta colocación de los aparatos, que evita el reflejo de la luz sobre la obra, y en otros dos elementos que conforman las lámparas nacidas precisamente para la función antideslumbramiento: las ópticas empotradas y la posibilidad de añadir accesorios como el panal de abeja, las viseras y las lamas antideslumbramiento.
En la Capilla de la Virgen en el interior de la iglesia de Saint Sulpice, las pinturas de pared realizadas en el siglo XVIII están iluminadas por cuatro proyectores con visera en versión especial. El visitante puede disfrutar de las obras alzando la mirada para apreciar el techo sin que el ojo se cruce con las fuentes de luz.
Hemos delineado los puntos principales para una iluminación de museos al servicio de una experiencia de visita sugestiva. Continuaremos hablando de la luz para las obras de arte abordando las posibilidades de iluminación para escaparates y vitrinas.
¿Cómo has utilizado la luz para mejorar la experiencia de una exposición de arte?