En la segunda parte de nuestra visita a los lugares de culto, observamos la luz que anima el ambiente espiritual desde dentro.
En su momento
Los edificios religiosos están reconocidos como lugares dedicados a la contemplación y a la oración de los creyentes. La iluminación le da la bienvenida y contribuye a la introspección, de diferentes formas según la función arquitectónica, a su historia y a las actividades que se desarrollan allí.
Los contrastes entre luz y oscuridad crean jerarquías y guían al visitante hacia el interior. Nuestra mirada, que recorre la nave lateral de una iglesia, está impulsada por el ritmo cadencioso de las bóvedas y, estamos tan inmersos en el entorno que casi no nos damos cuenta de que el cuerpo se ha quedado inmóvil en la entrada.
Una sensación de reverencia natural acompaña nuestros pasos mientras nos dirigimos hacia la nave central, donde la iluminación, enfocada en la bóveda, da una sensación conjunta de protección y magnificencia. La mirada está orientada hacia arriba. Ya sean frescos o decoraciones arquitectónicas, los aparatos de iluminación, generalmente instalados en esta área, están equipados con ópticas amplias que iluminan uniformemente el techo.
Dado que los lugares de culto religiosos están históricamente ligados al ámbito artístico, las obras de arte en el techo y en el suelo adquieren una gran importancia en estos espacios.
Como ocurre en un museo, la elección de aparatos de iluminación con fuentes de alta reproducción cromática (IRC> 90) permite destacar las obras de arte, ya sean pinturas, frescos o mosaicos.
En los edificios religiosos modernos y contemporáneos, la representación artística figurativa o decorativa tiende a dar paso a la expresión artística de la propia arquitectura, a través del protagonismo de volúmenes y de los materiales con un hábil uso de la iluminación.
En la iglesia capturada abajo, la luz que emiten los perfiles con óptica elíptica a ras en la pared oblicua destacan la textura y la geometría del techo de madera.
Estamos en el norte de Europa y para calentar un lugar, también se recurre a la ayuda del tono de luz. La luz blanca de 2700K y el material, devuelven una luz indirecta que consigue calentar el ambiente y comunicar una sensación de acogida.
Los mismos perfiles lineales están instalados en el suelo de esta capilla universitaria. Su estrecha emisión de luz a ras calienta el color de los ladrillos al pie de la referencia arquitectónica de la cruz tallada en la pared. En este caso la inserción de los aparatos de iluminación, que recorren las esquinas oblicuas entre la pared y el techo, es muy respetuosa con las áreas de acción de la luz natural, “un elemento físico de esta arquitectura” (Arq. Ignazio Lo Manto).
La iluminación artificial de los aparatos LED y la luz natural se fusionan y crean una atmósfera propicia para la oración y la introspección.
La colocación de los aparatos
Hemos visto distintas posibilidades de iluminación, unidas en su mayor parte por la colocación de los aparatos en la parte superior, a lo largo de las naves y de las bóvedas.
¿Es una opción funcional? ¿Estética? Ambas.
👉Estética. Enfatizar los entornos arquitectónicos requiere mucha atención a lo que no queremos destacar, incluido el propio cuerpo de iluminación. Por las razones tratadas en el artículo precedente, en la mayoría de los casos no se permite el empotrado dentro de estructuras históricas y por ello, se utilizan aparatos de superficie como los proyectores.
La elección de instalar los proyectores en las cornisas forma parte de las prácticas más habituales de iluminación arquitectónica, precisamente para ocultar de la mirada del visitante los proyectores y para dejar espacio a la luz y a las emociones que la bóveda, por ejemplo, con frescos, puede provocar.
Por si no fuera suficiente, una ayuda más a la discreción del aparato es el retoque, para mimetizarse con el contexto arquitectónico.
Hemos pensado precisamente en un retoque específico para estos ambientes: el blanco antiguo, que se acerca a los tonos cálidos de la piedra y a los enlucidos de estos ambientes. Como alternativa, se pueden solicitar retoques precisos RAL, que coincidan con el lugar donde se van a instalar los aparatos.
👉Funcional. En las iglesias históricas, por ejemplo, la posibilidad de instalación es mínima, precisamente para no dañar las estructuras originales más allá de lo necesario. La aplicación de proyectores a través de su propia base o soportes adecuados fijados a la pared cerca de la cornisa permite minimizar los orificios y deslizar los cables a lo largo de estos elementos arquitectónicos.
El cabezal basculante de este tipo de lámpara permite que la emisión de luz se pueda orientar para llegar al objeto que tiene que ser iluminado.
Además, unos brazos articulados particulares concebidos con articulaciones, permiten que los proyectores sobresalgan y mejoren aún más la orientación, para llegar a iluminar un capitel o incluso bajo una cornisa.
Consideremos ahora el caso en el que el proyector se instale sobre un capitel de postigo que tenga un volumen de maniobra muy limitado. Comenzamos a orientar el soporte y el cabezal del aparato, pero no hay nada que hacer: ¡solo faltan unos cuantos centímetros para permitir la orientación necesaria para ¡iluminar la bóveda!
Para situaciones como esta se necesita realmente una lámpara “increíble” que, gracias a la posibilidad de deslizarse sobre el soporte, permita que la fuente de luz sobresalga y gane los centímetros necesarios.
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Luz sobre la nave
Como ya se ha mencionado en el artículo anterior, nuestra experiencia como italianos se centra en los edificios religiosos católicos, por lo que vamos a ver algunas iglesias en las que hemos optado por prestar especial atención luminosa a la zona utilizada por los creyentes.
A la nave se le suele dar una iluminación uniforme, obtenida con proyectores con ópticas normalmente entre los 30° y los 40°. Una emisión amplia también asegura una adecuada proyección de luz, considerando que los aparatos se instalan en promedio a una altura de 7 metros. Gracias a este tipo de iluminación, los creyentes se pueden orientar en el espacio y pueden ocupar su lugar fácilmente antes de la liturgia.
Las lámparas se pueden colocar en las cornisas laterales como en la Basílica Santuario de Santa María de las Nieves en Nápoles (primera foto) o se pueden colocar en el centro de la nave, como en la Iglesia de los Ermitaños en Padua (segunda foto). Aquí los proyectores, gracias a dedicados controles a distancia, se orientan según las necesidades para obtener la luz en la nave, solo cuando es necesario. Por otro lado, en la iglesia moderna Santísimo Crucifijo en Foggia, se instalaron en los techos inferiores sistemas de carril con proyectores dirigidos hacia los bancos (tercera foto).
Precisamente en esta última iglesia, de construcción más reciente (1995) y sujeta a una reciente restauración, fue posible desarrollar un proyecto de iluminación libre de limitaciones estructurales. Se instalaron apliques bidireccionales en la columnata que abraza la nave aprovechando la iluminación indirecta que se produce gracias a la modesta altura del techo. Detrás del aplique, los downlights de luz difusa indican el recorrido de la via Crucis.
En este sentido os proponemos un ejemplo de iluminación dedicado a este rito.
Cada estación está encerrada en un punto de luz definido por una óptica de 42°, que sobresale de la pared en penumbra en la que se encuentra. Esto gracias al pie de 30 centímetros sobre el que se monta el aparato y la doble articulación, que permiten una orientación precisa de la emisión de luz. Mirándolos, estos bajorrelieves llaman la atención por los colores vivos con los que están pintados: la fuente LED de los proyectores con un índice de reproducción cromática >90 devuelve fielmente los colores.
God save the eye ;)
Los aparatos de iluminación orientados hacia abajo podrían perturbar la mirada de los turistas que admiran la arquitectura de las naves o de los creyentes que miran hacia arriba desde la nave. La elección de lámparas con óptica empotrada, es decir, con la fuente LED colocada a un nivel detrás de la pantalla y por lo tanto menos evidente, protege el ojo y la experiencia del turista o del creyente. Los accesorios antideslumbrantes, como nidos de abejas y catalejos, ocultan aún más la fuente de luz.
El toque puntual de una luz de énfasis
La iluminación a distancia de una óptica estrecha de 6°, siempre tiene un cierto... efecto. Hay que preguntarse de dónde viene esa luz que, con gran puntería, da en el blanco de un detalle arquitectónico o una estatua.
Como podemos ver en la iglesia de San Sulpicio de París, aquí abajo, los proyectores con esta óptica, instalados en la cornisa sobre el altar mayor, alcanzan precisamente las estatuas de Cristo, de la Virgen y de los ocho apóstoles. **
** si os estáis preguntando "¿pero los apóstoles no eran 12?" tenéis razón, faltan 4. ¿La razón? Parece que el escultor Edmé Bouchardon falleció antes de completar la obra
En este caso el contraste entre luz y sombra carga de solemne dramatismo la escena que se desarrolla en el altar, eje de las miradas durante la liturgia.
En una solución diferente para el altar mayor (foto abajo), podemos ver el efecto de unos proyectores, enclavados en el relave de la cornisa, que persiguen diferentes propósitos con diferentes ópticas.
📌📌 Dos proyectores con óptica de 40° están colocados en correspondencia con los capiteles de postigo que enmarcan la parte superior del cascarón absidal y que, gracias a la luz a ras, ponen en evidencia el diseño arquitectónico de la pared.
📌 Un proyector con óptica de 8° ilumina el atril
📌📌 Dos proyectores, colocados uno a cada lado del ábside, dirigen la emisión con óptica de 17° hacia el crucifijo, creando unos perfiles de sombra emblemáticos.
Nos trasladamos a Malta y echamos un vistazo, a través de estrechas ranuras, dentro de una capilla con líneas contemporáneas. Una luz de énfasis proviene de un proyector que ilumina el Cristo y, gracias al fondo de tonos violáceos, nos hace respirar una atmósfera etérea y mística.
En el lateral
Entre los elementos considerados en el proyecto luminotécnico de una iglesia con estructura tradicional, se encuentran los altares votivos.
En las capillas colocadas a lo largo de las naves laterales o en las extremidades del transepto, los altares votivos requieren una iluminación que haga visible su presencia sin llamar demasiado la atención, generalmente reservada para el altar mayor. También en este caso, si hay retablos o detalles cromáticos que tienen que ser destacados, se recomiendan aparatos con un alto índice de reproducción cromática.
Mismo lugar, diferente ambiente
Los diferentes momentos y funciones requieren diferentes luces: la iluminación durante una liturgia debe diferir del uso diario. En el primer caso los creyentes están en relación con el celebrante, mientras que en el segundo cada uno se dedica a momentos de oración individual.
Por este motivo, se pueden configurar varios escenarios de iluminación ad hoc para que se activen según las necesidades o que se programen. Sabemos a qué nivel la atmósfera de un entorno está puramente relacionada con la intensidad de la luz. Los aparatos de iluminación regulables permiten calibrar la intensidad de la emisión creando la situación deseada.
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Puede ser necesaria la renovación de la iluminación de un ambiente y la adaptación al sistema eléctrico existente, que garantiza también la facilidad y la comodidad de uso. Si un aparato que cumple con el proyecto por características técnicas y estéticas no psee el control PUSH, siempre es posible solicitarlo como especial.
Además de la intensidad de la luz, la atmósfera también se crea gracias a la tonalidad de la luz elegida para el entorno y para los elementos que se quieren destacar. En los lugares de culto se suelen preferir las fuentes con una temperatura de color de 3000K o tonalidades más cálidas, que recuerdan las antiguas lámparas de aceite y velas y que favorecen la sensación de acogida e intimidad propia de estos lugares. Si quieres ir más allá del blanco de 2700K, podemos realizar aparatos con temperatura de 2200K o ámbar por encargo.
A veces, la elección del tono de luz puede tomar formas menos habituales. Este es el caso de esta iglesia alemana, donde la zona del altar mayor, si es necesario, se puede cubrir de color gracias a los empotrados RGBW. La zona del altar sumergida en un color violeta se aleja de la nave central iluminada con un blanco de 3000K, dejándonos percibir que allí abajo está pasando algo especial y místico.
Nos hemos concentrado en la anteiglesia y en la explanada de los lugares de culto, hemos recorrido las naves de las iglesias, hemos levantado la mirada hacia los frescos y las bóvedas, y la hemos bajado hacia el altar mayor.
Ahora tenemos curiosidad por conocer tu experiencia y tu proyecto, y si quieres consultarnos
Bibliografía
Saint Sulpice, Parigi: https://www.paris.fr/pages/l-eglise-saint-sulpice-retrouve-les-statues-restaurees-d-edme-bouchardon-4805/, 03/02/2021