Ven, te muestro el camino. Caminos de luz para nuestros pasos

Desde la puerta principal a la entrada de la escalera C, desde la valla a la puerta, desde el telefonillo al vestíbulo, imaginamos un collage de caminos que solemos recorrer muchas veces al día. Aquí la luz tiene la función de guiar al peón de la casilla A a la casilla B sin tardar.

La forma de la luz que anticipa nuestros pasos, como la de los aparatos, depende de las estructuras arquitectónicas y del efecto que queramos obtener.

Consideremos dos casos distintos: un camino exterior sin paredes que lo delimiten, compuesto por una pasarela de cemento o por baldosas, y un camino exterior con al menos una pared o un pequeño muro que lo delimite y sobre el cual poder intervenir para la instalación de aparatos de iluminación con tecnología LED. Empecemos por esta última situación, y vamos a ver los ejemplos de las realizaciones hechas por los profesionales de la luz con quienes trabajamos.

Las luces guía empotradas en estas instalaciones se insertan de manera discreta en la estructura mural y disponen de una óptica asimétrica que orienta la luz hacia el suelo sin dispersión hacia arriba, garantiza confort visual al peatón y no desperdicia energía luminosa donde no se requiere.

A pesar de estas analogías, la intención de las dos aplicaciones es muy diferente:

🔶 en una vemos un camino en el que se alternan zonas de luz y zonas de sombra y un efecto en suelo contenido, con un flujo luminoso reducido (25 lm) y u;

🔶 en la otra, la emisión asimétrica ilumina el camino uniformemente sin zonas oscuras y el flujo luminoso es ampliamente mayor (390 lm)

Consideremos otros dos ejemplos de caminos con una pared o un pequeño muro a un lado, en los cuales se han instalado unos pequeños empotrados en la pared.

Tanto en un lado solo como en ambos, aquí la luz no tiene como función principal la de iluminar el suelo, sino que su función es la de delimitar un límite que, en condiciones de visibilidad insuficiente o por descuido, nuestro ojo podría no registrar: una pared negra o un pequeño zócalo.

Si el empotrado dispone de óptica asimétrica, esta es indudablemente preferible, de otra manera podemos optar por una óptica difusa, o rotosimétrica a la cual añadir un accesorio antideslumbramiento, como el vidrio serigrafiado negro que evita la dispersión de la luz hacia arriba.

Si no hubiera una pared de apoyo, los bolardos son la solución ideal si se desea unir una amplia visibilidad del camino con la facilidad de instalación, la alimentación integrada y, por qué no, un elemento decorativo.

A través de una rápida panorámica sobre los bolardos que hemos proporcionado a nuestros clientes en estos años, hemos visto que el acabado cor-ten está muy solicitado, a lo mejor porque se parece al color de las ramas y de las cortezas, como si fueran pequeños arbustos eléctricos de 600 o 800 cm que indican el camino entre los parterres de flores en el jardín.

A propósito de la altura, la misma óptica, aplicada a un bolardo con una altura mayor, puede ayudar a que la luz llegue más lejos. 

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Si se desea un bolardo con una altura fuera de los estándares estamos preparados para satisfacer las necesidades proyectuales utilizando un producto especial.

Volviendo a la iluminación en el camino de casa, como el camino de la comunidad de vecinos que nos lleva a la entrada, consideremos una última solución, la de los empotrados en el suelo.

En la primera imagen vemos unos aparatos empotrados que emiten luz radial, mientras que las otras realizaciones muestran una luz de señal al ritmo de paso con instalación a ras en suelo. Para este último efecto se recomienda una óptica difusa en aparatos con baja potencia, suficiente para iluminar solo el frontal del mismo aparato.

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¿Estás pensando en algo en particular para tu proyecto que no has visto aquí?
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La forma de la luz devuelta por la óptica radial diseñada en el suelo es un elemento de diseño impalpable que marca líneas de perspectiva sobre la profundidad de la arquitectura y nos invita a dirigirnos hacia el punto focal de nuestra intención: un nuevo espacio o una entrada. El ritmo regular de un paso se subraya con la secuencia luminosa oblicua de las luces guía para exterior empotradas en suelo. 

La luz se convierte en una característica estilística que conecta partes distintas del mismo conjunto residencial y comercial en las imágenes del proyecto presente aquí abajo.

En el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, las luces guía en fila trazan una curva y guían al visitante hacia la entrada de la arquitectura neoclásica. La luz que se extiende por el suelo deja la visual libre para disfrutar de la impresionante fachada.

Por el contrario, imaginemos cuánto resultaría indiscreta una fila de bolardos para nuestro ojo, en este contexto. Seguimos jugando, y reemplazamos mentalmente los empotrados de luz oblicua con unos bolardos también en las otras dos imágenes de abajo. ¿Funciona? ¿Cómo cambia el ambiente? En el próximo capítulo vamos a volver a proponer la misma transposición en algunas fotos de instalación de borlados.

En los cascos antiguos de pueblos y ciudades es común pasear por zonas desprovistas de la clásica acera elevada. En estos casos la zona peatonal se distingue de la zona transitable gracias a un material distinto, que separa visivamente los dos caminos.

Para subrayar esta división al anochecer, entre las soluciones que podemos escoger está obviamente la iluminación, de otra manera no estaríamos aquí hablando de eso :)

Los aparatos que tenemos que preferir para estas aplicaciones son los que pasan la prueba para ser transitables, tanto por su resistencia de carga (desde 2.000 a 5.000 kg) como por su fuerza torsional. La iluminación transitable que aconsejamos en estos casos es de nuevo rozando el suelo, emitida por aparatos de iluminación con tecnología LED de casquete, equipados con tornillos de cierre antirrobo ideales para ambientes urbanos.

Citamos aquí el ejemplo de iluminación de un camino peatonal de un pequeño pueblo en los Abruzos, en una calle sobre la cual pasan también coches. El proyectista en este caso quiso personalizar la bidirección del aparato. Una emisión de 10° está dirigida hacia la calzada, la segunda que está rozando el suelo está dirigida hacia el centro de la acera y destinada a los peatones.

Metafóricamente se dice que para dar un paso adelante tenemos que perder el equilibrio un momento; cuando frente a nosotros hay un camino bien iluminado nos sentimos seguros porque vemos dónde vamos a meter nuestros pies y hacia dónde nos dirigimos.

Así, si el camino bordea un espejo de agua, no tendremos miedo de caernos y darnos chapuzón y disfrutaremos de los sugerentes reflejos del cielo.

La luz llama, la luz guía, la luz delimita, nos invita a caminar y nos dice hasta dónde podemos llegar.

Empotrados en un muelle, en un embarcadero o a lo largo de una piscina, perfiles lineares que te llevan al sendero que lleva a un gran chapuzón. Cualquiera que sea la forma de la luz y tipo de aparato con tecnología LED que hayas elegido, siempre recomendamos tener mucho cuidado con los materiales que lo componen.

🔶 El acero inoxidable, en particular AISI 316L, es el material por excelencias para los aparatos que están cerca del agua, gracias a sus propiedades que hacen que sea resistente a la corrosión.

🔶 También los tecnopolímeros termoconductores son adecuados, gracias a su capacidad de tolerar distintos agentes corrosivos presentes en el agua. De hecho resisten no solo a sustancias como el cloro, sino también al azufre, presente en las piscinas termales.

En esta primera parte nos hemos dejado inspirar por los efectos de la luz que nos guían por el camino de casa, a través de un núcleo urbano o cerca de espejos de agua y hemos visto las distintas modalidades en que la luz toma forma cuando está proyectada en suelo por un empotrado, por luces guías o por un bolardo.

En el próximo episodio hablaremos de los distintos tipos de aparatos que iluminan los caminos, de su valor emocional y de sus características de instalación.